Por: Antonio Flores Galicia
Equilibremos gritos,
dominemos el caminar, sin miedo a los malditos mirones. Debemos cuidarnos de
los tontos de nacimiento, de los serios toscos y retraídos y con actuación de bobos, torpes y creídos.
Critican a los deportistas y ningún deporte practican. Actúan como inteligentes
y valientes ante los superiores que les mandan. Ese gusto por el dinero y la
fama. Adelante, eres dueño de ti mismo. Retírate de los necios, aunque sean
amables; ten dominio y firmeza, sin actuaciones ligeras.
Debemos dominar maldades que
nos llegan con gritos y voces. Es urgente estar con la verdad y ser sinceros;
no aceptemos las voces de los creídos y actuemos siempre con firmeza. Porque en
nuestra sociedad actual abundan los genios del mal. Muchos tontos creen que con
su vestimenta y largas barbas ya están manifestando que son rectos. Pero qué
grande es el desequilibrio actual de nuestra sociedad, pero ni decirlo podemos.
Adelante, somos responsables y dueños de nuestra persona y nuestra sociedad.
Por eso, es urgente
comprender a los demás y tratarlos con equilibrio, sin buscar que hagan lo que
queremos y nos gusta, sino lo que debe ser. Para entender lo que somos, debemos
tener en cuenta nuestro presente y nuestro pasado, el lugar donde vivimos y
saber bien cómo es nuestra sociedad. Debemos ver lo que debemos poner o quitar.
Cuando vamos hacia una meta, no debemos perder nuestros días en gustos y
conveniencias, sino ver y actuar con realidad. Es urgente superar mucho, porque
estamos llenos de debilidades y conveniencias. Así, nuca mejoraremos ni
avanzaremos. Urge superar mucho; tirar el egoísmo y las actuaciones
convenencieras.
Que no nos dominen los
cuentos y las bromas. Podemos ayudar a muchos a mejorar su vida. Cada persona
tiene sus propios sentimientos y ambiciones para el cumplimiento de sus deberes
y necesidades. Todos formamos parte de la humanidad y de la naturaleza, por lo
que es urgente que tratemos a los otros en el plano de la igualdad. No tengamos
miedo ni a las ofensas ni a las bromas,
mejor ayudemos lo más que podamos, mejoremos a nuestra sociedad.
Respetemos los principios
sagrados de cualquier religión sin andar con eso de “mi religión es mejor que
la tuya”. La realidad y la necesidad deban estar siempre en nosotros. Las
bromas y las burlas son asuntos de los otros, tú vive la realidad. Lo que
debemos hacer hagámoslo perfectamente. Quita gustos, conveniencias y malas
costumbres. No conviertas en cantina tu casa los sábados y domingos; domina tus
gustos y actúa con la verdad.
Mucho cuidado. Cuántos llegan
a gobernantes y valiosos en la religión católica, adaptando su personalidad a
conveniencias y aumentan las personas a las que les conviene estar con ellos y
hacer sus gustos convenencieramente. Esta manera de ser en la sociedad, nos
lleva a desequilibrios muy serios y lo peor, hasta reglamentos aparecen para
defender esas actuaciones como si fueran buenas.
Mucho cuidado con las riquezas, la perversión,
los sentimientos, porque toda persona es responsable de sí misma y su entorno.
El mal y los errores sociales, vienen cuando el ciudadano no actúa como persona.
Recordemos: “Dominen la tierra, sométanla”. Cada persona es dueña de sí misma,
tiene derechos y obligaciones. Y cuántas veces la verdad solamente se puede
decir en novelas y en películas, porque nos va mal con los que tienen poder o
están mal en eso de la ciencia.
No tengamos miedo. Avancemos.
Todo es posible. Se dice: “La verdad no peca, pero incomoda”. Por eso Cristo no
le respondió a Pilatos cuando le preguntó “Qué es la verdad”. Seamos normales,
tiremos herencias anormales; apreciemos la ciencia; transformemos sentimientos;
tiremos enemigos que nos vienen y tiremos a los que ni vergüenza tienen.
Tiremos apariencias y dominemos nuestra vida. Siempre tengamos presente que es
urgente el equilibrio.
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